Cruising en el edén: vegetación, poder y deseo queer | Diego Orihuela Ibañez


Diego Orihuela Ibañez[1]

Introducción: vínculos “antinaturales”

Al pensar en el espacio natural, aquel idóneo lugar de esparcimiento (sea urbano, como un parque o no-urbano, como un bosque), resulta difícil crear el vínculo con algo que aparenta ser tan lejano como lo es el deseo no heterosexual. La fricción de estas dos categorías resultará en chispazos que podrían prenderle fuego al estatismo con el que estamos acostumbrados al pensar lo no-humano que se encuentra aplastado en su condición más conservadora: la Naturaleza[2]. En este artículo me interesa chocar estos dos cuerpos discursivos: lo natural y lo queer[3]. Elementos aparentemente “contradictorios” y mutuamente auto-excluyentes pero que necesitan, ambos, de un análisis crítico profundo para vislumbrar su inevitable relación subterránea. Y es que no existe nada más antinatural que la Naturaleza. En ese sentido, me resulta urgente pensar una aproximación ecológica del deseo queer y trazar una breve genealogía de las relaciones no heterosexuales (específicamente homosexuales masculinas) en relación con el espacio natural. Para tal misión, es necesario atravesar el complejo bosque enmarañado y arisco del discurso de la Naturaleza como un arma de poder disciplinario. Las relaciones de poder y sus órganos institucionales se han perennizado gracias a un proceso de literal naturalización. Esquemas de jerarquía y abuso han sido concebidos como aquello “dado”[4] gracias a su libre, pero incuestionable vinculación con lo natural. En este texto, lo natural se abre de tal manera que es más claro concebirlo primero como un espacio vegetal antes que animal. Es así que enfoco mi análisis en la categoría de lo vegetal para observar críticamente las condiciones desde la marginalidad.

En un segundo momento del ensayo, la versátil sexualidad de lo vegetal se presta para una mirada de este deseo queer y sus enraizamientos en una práctica de ocupación. Homosexuales y plantas por igual han sido víctimas del reduccionismo del Hombre y de la Naturaleza. Finalmente, en el corazón del bosque, la tradición de resistencia, deseo, vibración y floración se presentan como posibles vías de resistencia a una Naturaleza reaccionaria en la tradición revisada. Las formas-otras de relacionabilidad sexual se hacen visibles entre flores y cuerpos escondidos en los arbustos. Lo que podría ser entendido como una actividad de alto riesgo y de vandalismo público es, en realidad, una posibilidad de tender aquel puente improbable entre la tradición de lo “contra-natura” con una de las más extrañas embajadoras del mundo no-humano: las plantas. El display del deseo-otro en lo vegetal hunde raíces en el imaginario homosexual occidental y este ha encontrado una forma de revertir la violencia ontológica iniciada con la patologización de la homosexualidad en la era victoriana (era en la que las fantasías de exotismo, selvas, herbarios y especias inundaba el imaginario colonizador heterosexual). Al mismo tiempo, volver lo vegetal un poco queer permitiría liberar el mundo no-humano de la tradición conservadora y estática en la que es encasillada normalmente. El ejercicio de pensar críticamente identidades y deseos no heterosexuales repercute en la concepción naturalizada del género, la raza y la violencia epistémica en el sur global. Tal y como le filosofe Timothy Morton propone, “poner algo llamado Naturaleza en un pedestal y admirarlo desde lejos hace por el medio ambiente lo que el patriarcado hace por la figura de la Mujer. Es un acto paradójico de admiración sádica” (Morton, 2007, p. 5). Este mismo sadismo es el que busca revertir el Cruising en el Éden. (Leia o artigo completo em PDF).

 

Recebido em: 15/09/2022

Aceito em: 15/10/2022

 

[1] Profesor en la Facultad de Arte y Diseño de la Pontificia Universidad Católica del Perú. E-mail: diegorez89@gmail.com

[2] Durante todo el ensayo usaré el término naturaleza en mayúsculas para poder darle una presencia autoritaria y singular a esta palabra.

[3] Durante el texto, me referiré a lo queer como el conjunto de deseos y modos de vida alternativos al heterosexismo cultural. Por otro lado, me referiré a lo homosexual, principalmente homosexualidad masculina, para hablar de un grupo de deseo y cuerpos inserto en lo queer.

[4] Lo “dado” como aquello contrario a lo “hecho”, lo dado también puede entenderse como una serie de cuerpos que son lo “hecho” por un dios sin competencia con lo hecho por los seres humanos y en incomparable jerarquía de superioridad. Tocar lo “dado” es transgredir al dios.

 

 

 

 

 

 

 

 

Cruising en el edén: vegetación, poder y deseo queer

 

RESUMO: El texto se embarca en un análisis crítico de la genealogía moralista de la Naturaleza como categoría discursiva de disciplina heterocéntrica. Una breve revisión de los orígenes de lo silvestre y lo natural se contraponen con la historia de la patologización de la identidad homosexual durante el siglo XIX. En este choque extraño (queer) entre el deseo homoerótico y la regulación natural aparece un actor insospechado: lo vegetal. El mundo verde de las plantas ha sido la pancarta de propaganda de la catedral Naturaleza y su heterocentrismo, sin embargo, ellas poseen un modelo de vida y de exteriorización interrelacionada de la sexualidad que socavan la catedral. Plantas y deseos queer, ambas han sido una expectoración rechazad o sobre-simplificada de la discursividad normativa hetero. Es desde un intercambio de formas de ser-en-el-mundo que la resistencia se puede dar desde adentro del núcleo disciplinante sin dejar de lado el goce relacional que las plantas nos enseñan.

PALAVRAS-CHAVE: Estudios queer. Naturaleza. Heterocentrismo. Plantas. Sexualidad.

 


Cruising in eden: vegetation, power and queer desire

 

ABSTRACT:

The present text embarks on a critical analysis of the moralistic genealogy of Nature as a discursive category of heterocentric discipline. A brief review of the origins of the wilderness and the natural is put in contrast with the history of the pathologization of the homosexual identity during the nineteenth century. In this strange (queer) clash between the homoerotic desire and natural regulation, an unsuspected character appears: the vegetal realm. The green world of plants has been used as propaganda by the cathedral of Nature and its heterocentrismo. However, plants have a model of life and interrelated externalization of sexuality that undermines that same cathedral. Plants and queer desires, both have been a rejected or over-simplified by normative hetero discursivity. It is from an exchange of ways of being-in-the-world that resistance can be given from within the disciplining core without neglecting the relational enjoyment that plants teach us.

KEYWORDS: Queer studies. Nature. Heterocentrism. Plants. Sexuality.


IBAÑEZ, Diego Orihuela. Cruising en el edén: vegetación, poder y deseo queer ClimaCom – Políticas vegetais [Online], Campinas, ano 9,  n. 23,  dez. 2022. Available from: https://climacom.mudancasclimaticas.net.br/cruising-en-el-eden/